Desde siempre he tenido muchas inquietudes y curiosidad por descubrir la esencia que se encuentra más allá de lo aquello que podemos ver, recuerdo haber vivido a través de la energía masculina dejando de lado mi energía femenina, tanto es así, que con veintidós años entré en la policía, profesión que he desarrollado durante más de diez años y que me ayudó a ser consciente, de la profunda desconexión que existe entre las mujeres y su naturaleza cíclica e instintiva, así como de sus necesidades tanto físicas, emocionales como espirituales.